Para quienes pensaban que las amenazas del ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Donald Trump, sobre deportación masiva y guerra contra los cárteles eran retórica, la designación de Tom Homan, una de las figuras de línea más dura de la anterior administración Trump (2017-2021), es un balde de agua fría.
Homan, el “zar de la frontera”, estará a cargo de “todas las deportaciones de extranjeros ilegales”, añadió Trump refiriéndose a los indocumentados.
Homan dirigió el Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) en el primer gobierno de Trump y se le considera el “padre” de la estrategia de separación de cerca de 4 mil niños migrantes de sus padres, que quedaron en detención. El escándalo se hizo mayúsculo cuando se reveló que el gobierno no sabía el paradero de muchos de esos menores ni había un plan de reunificación.
En entrevista en el programa 60 Minutes, Homan fue cuestionado acerca del costo que tendría deportar a un millón de personas, calculado en 80 mil millones de dólares al año. Aunque Homan dijo desconocer si esa cifra es precisa, acotó: “¿Qué precio le pones a la seguridad nacional?”.
Luego se le preguntó a Homan si hay una manera de realizar una deportación masiva de migrantes, como la que pretende Trump, sin separar a las familias. Homan respondió: “Claro que la hay. Las familias pueden ser deportadas juntas”.
Homan es, además, uno de los autores del llamado Proyecto 2025, del que Trump se deslindó, pero cuyas líneas de acción, advierten analistas, seguiría su administración a partir del 20 de enero de 2025 cuando asuma la presidencia.
La idea del Proyecto 2025 es darle a Trump más poder; incluye planes en el Departamento de Seguridad Nacional para realizar más deportaciones y desplegar más militares en la frontera sur de Estados Unidos. Incluso otorga a los agentes del ICE potestad para entrar en zonas como escuelas e iglesias en busca de indocu