Un enorme dispositivo policial ha impedido este lunes una marcha convocada por varios colectivos feministas en el centro de Estambul para protestar contra la violencia machista, aunque grupos pequeños han conseguido concentrarse momentáneamente en algunas zonas.
La policía comenzó a bloquear el acceso a la céntrica plaza de Taksim, así como a la adyacente calle Istiklal, durante la década pasada escenario habitual de las marchas feministas, además de interrumpir el servicio de las líneas de metro y tranvía en el centro de la ciudad.
Aún así, un centenar de activistas consiguió desplegar en un embarcadero en la orilla del Bósforo una pancarta que reivindicaba la “lucha contra la violencia masculina-estatal”, así como carteles que pedían “derribar el patriarcado”.
“El asesino de mujeres es el régimen del AKP”, rezaba un cartel en referencia al partido islamista dirigido por el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que gobierna Turquía desde 2002.
Se vivieron varios altercados entre agentes antidisturbios y activistas que intentaban derribar las barreras y la policía detuvo al menos a 10 personas, según el diario Evrensel.
A media tarde, otros grupos feministas habían convocado una protesta en Kadiköy, a la que acudieron cientos de mujeres, también entre fuertes medidas policiales, pero sin que se produjeran altercados.
También en decenas de otras ciudades de Turquía se celebraban marchas y protestas, normalmente menores y sin enfrentamientos con la policía.
Cada año, entre 300 y 400 mujeres mueren por violencia machista en Turquía, país de 85 millones de habitantes, y en la gran mayoría de los casos el agresor es la pareja, expareja o pretendiente.