Por qué se festeja el 5 de mayo
Actualmente la zona histórica de los Fuertes de Loreto y Guadalupe y sus áreas circundantes han sido destacadas como un patrimonio nacional. Cortesía

A solo dos kilómetros del Centro Histórico de la ciudad de Puebla se encuentra el cerro Acueyametepec, donde permanecen los vestigios del Fuerte de Loreto y Guadalupe, sitio en el que se llevó a cabo uno de los capítulos más importantes de la historia de México durante la segunda intervención francesa.

Debido a su alto valor histórico, el Gobierno Federal expropió el cerro en 1940 y dos años más tarde el presidente Manuel Ávila Camacho emitió un decreto para designar al Fuerte de Loreto y Guadalupe como Monumento Histórico de la Nación.

Actualmente la zona histórica de los Fuertes de Loreto y Guadalupe y sus áreas circundantes han sido destacadas como un patrimonio nacional, incorporando un Museo de Guerra en Loreto para preservar y difundir la rica historia de la región.

En 1962 este museo se benefició de una ampliación significativa y mejora en sus instalaciones, coincidiendo con el aniversario centenario de la batalla relevante para esta localidad, enriqueciendo aún más el valor cultural y educativo del parque.

Por qué se originó la batalla del 5 de mayo

El 5 de mayo de 1862 marcó un episodio crucial en la historia de México con la victoria del ejército mexicano, liderado por el general Ignacio Zaragoza sobre las fuerzas de la segunda intervención francesa cerca de Puebla.

Este triunfo, ante un enemigo con superioridad en armamento bajo el mando de Charles Ferdinand Latrille, no solo simbolizó la soberanía e independencia nacional, sino que también fortaleció el sentido de identidad y nacionalismo mexicano. Este acontecimiento es conmemorado especialmente por la población mexicana en Estados Unidos, donde es frecuentemente confundido con el Día de la Independencia de México.

Desenlace

La participación de grupos indígenas voluntarios y la estratégica defensa militar organizada por Zaragoza fueron determinantes para el desenlace de la batalla. Figuras como Porfirio Díaz, Felipe Benicio Berriozábal y Miguel Negrete, este último un conservador que se sumó a la causa republicana, destacaron en la contienda.

La comunicación constante mediante telegramas mantuvo al presidente Benito Juárez informado sobre el desarrollo de los acontecimientos, evidenciando la tensa espera en la Ciudad de México por el resultado de la batalla. El mensaje final que confirmó la victoria mexicana y el retiro francés fue recibido con gran júbilo.

Esta confrontación no solo es recordada por su impacto militar, sino también por su significativa contribución a la consolidación del sentimiento nacional y la resistencia ante la intervención extranjera. Hasta la fecha, el 5 de mayo es símbolo de la tenacidad y el patriotismo mexicano, celebrado tanto dentro como fuera de sus fronteras.