Finalmente, después de más de un año y medio, la Fiscalía estatal generó las condiciones para localizar y exhumar los cuerpos de cinco personas que fueron asesinadas en el ejido Santa Martha, municipio de Chenalhó, en el contexto de un conflicto interno por la disputa de tierras.

La localización de los cuerpos era una de las principales demandas de los desplazados de ese ejido que se encuentran refugiados en la comunidad de Polhó del mismo municipio de Chenalhó y donde en junio del año pasado ocurrió una emboscada con resultado de siete muertos.

La primera exhumación, según la Fiscalía, se realizó en el panteón ejidal de Yok Ventana con el cuerpo de Juan “N”; la segunda en el panteón de la comunidad Atzamilhó con los cuerpos de Felipe “N” y Juan “N”, y finalmente la tercera se realizó en el panteón de Tirojtik, con los cuerpos de Juan “N” y Juan “R”, señaló.

Luego de tomar las muestras correspondientes para los estudios respectivos, los cuerpos fueron devueltos a las fosas en que fueron encontrados.

Una vez realizados los estudios se podrá acreditar el cuerpo del delito, se sabrá de qué murieron (todo indica que fue a balazos) las cinco personas y se investigará quiénes son los responsables. No se sabe si habrá más cadáveres sepultados en las mismas condiciones.

Los cinco indígenas fueron asesinados por conflictos internos derivados de desplazamientos, homicidios, desapariciones y la quema de viviendas, como consecuencia de una lucha interna entre comuneros de Santa Martha, después del conflicto con armas de fuego que sostuvieron con los comuneros del municipio de Aldama, por la disputa de tierras.

Hasta donde se sabe, en Santa Martha se había tomado el acuerdo de que una vez ganadas las tierras que estaban en disputa con Aldama, una parte le quedaría al grupo más beligerante y que con mayor frecuencia disparaba hacia las casas de la parte contraria.

Sin embargo, cuando finalmente se resolvió el conflicto la comunidad no cumplió con el acuerdo de darle al grupo que más ferozmente combatió a los habitantes de Aldama, la parte que se había convenido, lo que ocasionó el conflicto interno que desembocó con el desplazamiento de más de 250 pobladores, la quema de casas y el asesinato de al menos cinco personas.

El paso que con la exhumación ha dado la Fiscalía estatal es muy importante para que se sepa qué fue lo que pasó con estas personas y procurar que se haga justicia.

Tampoco hay que olvidar que más de 200 personas siguen desplazadas de manera forzada y lo más probable es que no puedan regresar, a menos que las autoridades creen las condiciones necesarias.

Valga decir que la exhumación de los cinco cuerpos se da en medio de una creciente violencia en la zona por la presencia de grupos civiles armados ligados con el narcotráfico, entre otras actividades ilícitas.

Ya se verá si las acciones de la Fiscalía contribuyen a medio calmar las cosas o si, por el contrario, las empeoran. No hay que olvidar que en esa zona todo mundo está armado, y no con cualquier tipo de armas, sino de grueso calibre.

Lo más delicado es que si no están involucradas, las autoridades municipales de esa zona están cuando menos sabedoras de lo que pasa en sus municipios.

De todos modos, era necesario que la Fiscalía diera el paso de exhumar los cadáveres. Habrá que esperar el resultado de los estudios y de las investigaciones correspondientes.

Hablando de la Fiscalía, también se adjudicó otro golpe importante al rescatar sano y salvo al niño de 11 años que el 21 de este mes fue secuestrado en una colonia del norte de San Cristóbal de Las Casas y por cuya liberación los plagiarios exigían una importante cantidad de dinero que presuntamente no se pagó.

Quién sabe si las investigaciones se agilizaron porque ya se había anunciado una marcha de protesta para ayer miércoles o si las cosas se facilitaron porque había pistas claras que condujeron hacia los captores, que probablemente son conocidos de la familia del niño y sabe cuál es el contexto.

De cualquier forma, las autoridades actuaron con rapidez en este caso, aunque de todos modos la marcha se llevó a cabo ayer como estaba previsto para exigir paz en la ciudad coleta.

Valga decir que en tiempos electorales como ahora, no falta quien quiera colgarse de este tipo de protestas, por lo que es importante que los organizadores se deslinden claramente de los oportunistas.

Picotazos. El lunes fue presentado el libro titulado Cinco Cosas, escrito por la sancristobalense, Alethia Díaz Vázquez. La joven arquitecta es hija del colega y amigo Alejandro Díaz López (de larga trayectoria en la comunicación, en la radio especialmente) y de la maestra Magui. Este libro, segundo que escribe Alethia, fue presentado por la maestra Irma Pérez Luna y por la periodista Saskia Hernández Paniagua. La obra ha despertado muy buenos comentarios, por lo que se le augura mucho éxito. “Me hizo llorar cuando lo leí”, escuché decir a algunas personas que asistieron a la presentación, lo que significa que es un texto muy emotivo. Felicidades… Ojalá que San Isidro Labrador, cuya fiesta se celebra cada 15 de mayo, se apresure y deje caer unos buenos porrazos de lluvia porque todo está seco y los incendios forestales han ocasionado que se forme una espesa bruma que ya se volvió muy molesta… Ojalá que las autoridades de Tránsito y Vialidad de San Cristóbal de Las Casas hagan algo para evitar accidentes en el Periférico Poniente, a la altura de la refresquera trasnacional, donde está un cruce que lleva hacia el Cbtis 92, a colonias del Huitepec y hacia el centro de la ciudad. El cruce se ha vuelto muy peligroso porque desde poco antes de las 7 de la mañana (de lunes a viernes), cientos de vehículos tratan de cruzar el periférico hacia el poniente o hacia el oriente, más los que transitan de norte a sur y viceversa, pues justo a poca distancia se encuentra también la escuela particular Ofelia Narváez. Fin